Mi descubrimiento de la natación

Finalmente, me uní a PARIS AQUATIQUE, una asociación inclusiva de natación (LGBT). Buscaba un entorno donde pudiera centrarme en mi objetivo principal: aprender a nadar, sin gastar energía innecesaria fingiendo ser alguien que no soy o luchando contra las presiones sociales.

Mis entrenamientos no fueron fáciles. Experimenté calambres musculares, tensiones intensas y sufrí de insomnio. Además, siempre me sentía como un intruso en un grupo de nadadores, siendo siempre el último.

Pero algo me impulsó a perseverar en estos territorios desconocidos. Después de cinco meses de práctica dedicada y forzada, finalmente experimenté unos segundos de bienestar. Sabía que se estaban produciendo cambios, lo que me impulsó a seguir adelante. Tenía la suerte de ser atlético y tener una excelente flotabilidad, no tenía excusa para no tener éxito. A seguir…

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